Le conte futur (fragmento)Paul Adam
Le conte futur (fragmento)

"Durante la enfermedad que siguió a la crisis, la niña sufrió terribles alucinaciones. La fiebre adoptaba la forma de tangibles recuerdos de los sucesos bélicos narrados por los suboficiales. Tuvieron que alejar de ella todo lo que le recordara al ejército: uniformes, armas, grabados de valor histórico. El sonido distante del tambor era suficiente para suscitar la ominosa y sangrienta evocación. Se puso en pie de repente, ojerosa, con las manos extendidas para desterrar la fealdad de aquel sueño... Pobres vidas -se dijo a sí misma- sesgadas en las trincheras... la sangre fluye por los diques fluviales... las cabezas ruedan como pelotas... Los dedos fueron cercenados por la espada... ¡Oh! Los ojos de los moribundos... ¡Los ojos! ¡Los ojos! La sangre se eleva, se alza y llega hasta mi boca. Me ahoga. No quiero. Sufrió una crisis.
El enlace matrimonial de Filomena había sido demorado por la muy grave condición que padecía su hermana. No se apartaba de ella. Su afecto fue incluso más ferviente a causa de aquella maldición. El coronel sufría súbitos accesos de furor deseando la muerte de aquella triste niña. Los oficiales de su séquito, a pesar de dar muestras de indulgencia y piedad, hablaban fluidamente acerca de aquel delirio que amenazaba con marchitar su gloria.
[...]
Las tropas llegaron a la ciudad y todo un tumulto de trabajadores y campesinos se apeaba de los trenes. Se enfundaron los uniformes y les fueron distribuidas las armas. Los alrededores estaban llenos de carretas con niños y madres mendigando. Las jóvenes se prostituían por muy poco. En el horizonte los torreones de las fábricas se detuvieron por primera vez en treinta años. El boulevard de la ciudad estaba lleno de actividad debido a la disminución de los fondos públicos en las compañías de seguros, empresas metalúrgicas y bancos de crédito. Los hombres con dinero lo canjeaban en efectivo, pensando en la ventaja que les otorgaría la prima de la reventa de los valores. "



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