Luz de provincia "Por los pueblos, abiertos en yuyales que apuran la campaña y la noche, lentas almas rehacen unos sabidos rumbos que igualan toda suerte. Sólo cambian los cielos y unos crespos tapiales. Calles de intimidad sin nadie, olvido y sol, y siempre unas bandadas atristando el oeste, y ese vals de retreta, pobre encanto en la noche: nos busca su florido pesar, su voz nos quiere. Cuando el aire se duerme, llega un rumor de juegos del arrabal, o acaso de unos queridos años; y claras van entre árboles despaciosas mujeres, festejando colores, arreglando algún gajo. Busca cielo y riberas el ocio del domingo. Conozco esas mañanas populares y agrestes. La soledad se aviva de remos, de agua en fiesta, y, esperanzando mozas, se lucen los jinetes. La flor de la glicina sobre quietas morochas miré en las hondas quintas. Allí una luz incierta reposa, y por sonoros maizales llega el viento con el rumor quebrado de lejanas haciendas. El ocaso desgana las voces, y algún hombre queda en la brisa pura, bajo el cansado cielo. La vida se apacigua contemplando la hora distraída sobre aguas, sembrados y altos ceibos. " epdlp.com |