|
|
: : : : : Mercedes de Velilla : : : : :
Mercedes de Velilla España | 1852-1918 | |
Poetisa y dramaturga española, nacida en Sevilla, en el seno de una familia volcada hacia el mundo de las humanidades, su padre era un gran aficionado al teatro, y su hermano el poeta José de Velilla. La joven Mercedes creció impulsada por unas motivaciones literarias que le permitieron escribir sus primeros poemas cuando era todavía muy niña, y leer en público sus versos iniciales cuando apenas contaba diez años de edad. Las buenas relaciones que mantenía su padre con algunas de las grandes figuras del panorama literario español propiciaron que su incipiente carrera artística llegara a oídos del político y dramaturgo sevillano Adelardo López de Ayala, quien conoció a la joven escritora en la casa familiar y la animó fervorosamente para que siguiera cultivando la creación literaria. Del mismo modo, la célebre poetisa Concepción Estevarena, que había recibido protección en casa del susodicho José de Velilla, y gozaba de la amistad de su hermana Mercedes, alentó la escritura de la joven poetisa. Así, pronto salió de la imprenta el libro titulado Ráfagas (1873), un poemario que sería a la postre el único volumen de versos propios que alcanzó a ver publicado su autora. A partir de entonces, la escritora sevillana comenzó a gozar de un relativo renombre en los círculos literarios del país, lo que le permitió enviar numerosas colaboraciones a diferentes medios de comunicación. Con esta excelente difusión de su producción literaria, su fama de escritora quedó definitivamente contrastada en 1888, cuando tuvo ocasión de escribir un poema para que fuera leído en la velada necrológica celebrada en Madrid en homenaje del aplaudido autor Rafael Calvo, que había fallecido recientemente. Una desgracia familiar fue determinante en el devenir de Mercedes de Velilla, el repentino fallecimiento de su padre, acaecido en 1877, cuando se dirigía con ella al Teatro Eslava, de Sevilla. A partir de esta fecha, la situación económica de la escritora, privada de la ayuda familiar, comenzó a deteriorarse aceleradamente; cuando estaba a punto de caer en la miseria, se decidió a trasladarse a la localidad sevillana de Camas para regentar allí una humilde escuela, negocio que apenas le bastaba para subsistir en lamentables condiciones de pobreza. Su indigencia llegó a tal extremo en 1912, que en el diario La Tribuna se reclamó el auxilio de algún organismo o institución oficial, para que concediera un modesto subsidio a la poetisa. Tramitada por el erudito Mario Méndez Bejarano, la instancia llegó hasta la Presidencia del Consejo de Ministros; pero las decisiones allí tomadas, si es que las hubo, no bastaron para subsanar la penuria en que malvivía Mercedes de Velilla, quien, a mediados de agosto de 1918, anciana y desasistida, murió de inanición en la mencionada población de Camas. Había escrito, además del ya aludido poemario Ráfagas, una obra de teatro que alcanzó un enorme éxito de crítica y público desde el mismo momento de su estreno. Se trata de la pieza titulada El vencedor de sí mismo, un cuadro dramático escrito en verso y compuesto de un solo acto, cuya acción transcurre en el interior de un palacio árabe, en la Sevilla de 1248. Estrenada en 1876, a beneficio del primer actor D. Pedro Delgado, en el Teatro Cervantes de Sevilla, esta obra histórica aborda la compleja situación resultante de la convivencia entre las comunidades musulmana y cristiana, manifiesta en una tópica intriga amorosa romántica, donde los celos, engaños y traiciones acaban siendo derrotados por la pureza del amor. Es, pese al evidente influjo de las modas de su tiempo, una obra interesante, bien construida y escrita en lenguaje muy cuidado, que revela la condición de poetisa de Mercedes de Velilla. Además de esta obra, la dramaturga sevillana fue autora de, al menos, otra pieza teatral, el diálogo titulado Noche Buena (1895). La noticia de la existencia de esta obra está recogida en algunos repertorios del teatro decimonónico; sin embargo, no se conserva de ella ningún ejemplar impreso ni copia manuscrita, por lo que en la actualidad se considera desaparecida. En la segunda década del siglo XX, con motivo del fallecimiento de Mercedes de Velilla, el Excmo. Ayuntamiento de su ciudad natal patrocinó la edición de sus poemas, que vieron la luz bajo el título genérico de Poesías. © J.R. Fernández de Cano
Textos:
Cantares
|
|