|
|
: : : : : Otto Weininger : : : : :
Otto Weininger Austria | 1880-1903 | |
Filósofo austriaco de origen judío. Genio hipersensible, Weininger nació en Viena el 3 de abril de 1880 y se suicidó en esta misma ciudad un 4 de octubre de 1903, con tan sólo 23 años, de un disparo de pistola; sobre este suicidio se ha especulado mucho: anotaremos que tuvo lugar en la casa de la Schwarzspanierstrasse en la que el 26 de marzo de 1827 había muerto el que él consideraba el mayor genio de todos los tiempos, Ludwig van Beethoven. Mas, al margen de estos dos hitos extremos, nacimiento y muerte, ¿qué hizo Weininger durante esos veintitrés años de vida? Sería insensato pretender averiguar qué aconteció en lo más íntimo de su ser, pero en lo externo desarrolló una actividad intelectual fuera de lo común, desde el estudio de idiomas (al parecer, dominaba el inglés, el francés y el italiano, así como el latín y el griego, y tenía conocimientos de español y noruego) hasta la matemática pura, pasando por los estudios filológicos, las ciencias naturales, la física, la historia, la literatura y, por supuesto, la filosofía, que comenzó a estudiar en la Universidad de Viena en 1898. Todos estos dones, todo este deseo indiscriminado por abarcar cualquier tipo de saber, deja sin duda entrever el genio que Weininger sin duda era. La obra escrita de Weininger se reduce, en lo esencial, a tan sólo dos títulos: Sexo y carácter, su trabajo capital, editado poco antes de su suicidio en mayo de 1903; y Sobre las últimas cosas, una recopilación de fragmentos aparecida póstumamente en 1907. Y aunque los primeros esbozos de Sexo y carácter datan de 1901, sin duda ya habían comenzado a gestarse tiempo atrás. Lo más significativo de todo esto es que, tras el suicidio de Weininger y a raíz de éste, la obra comenzó a gozar de algo parecido al éxito. En efecto, el 17 de octubre de 1903, a las dos semanas del suicidio de Weininger, una carta del dramaturgo sueco August Strindberg, aparecida en Die Fackel, atrajo la atención de la intelectualidad vienesa. En ella, Strindberg calificaba el libro de “imponente”, añadiendo que “probablemente ha solventado el más difícil de los problemas”. Esta vindicación fue el desencadenante del referido éxito de la obra, que en cualquier caso se convirtió en un éxito editorial sin precedentes. En 1923 Sexo y carácter, acaso la metafísica sexual más profunda del siglo XX, ya había alcanzado las veinticinco ediciones. © José Antonio Bielsa
Textos:
Sexo y carácter (fragmento)
|
|