Antonio Domínguez Ortiz

España | 1909-2003

Historiador español nacido en Sevilla. Se licenció en Filosofía y Letras por la universidad de esta ciudad. Posteriormente se doctoró en Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Ya en su tesis, Los manuscritos geográficos de la Biblioteca Nacional, dirigida por Eloy Bullón, se perfilaba el que sería uno de sus primeros campos de investigación: la geografía. Su dilatada trayectoria docente, que se prolongó desde 1940 hasta 1979, año de su jubilación, transcurrió como catedrático de Geografía e Historia en distintos institutos de enseñanza secundaria de Sevilla, Cádiz, Granada y Madrid. La edad moderna española fue el ámbito de la historiografía en el que se consagraría, cuya transición hacia los estudios históricos se produjo a lo largo de la década de 1940 (especialmente desde que en 1946 publicara su primera gran obra, Orto y ocaso de Sevilla), marcando el inicio de una renovación de la historiografía sobre la España de los siglos XVI, XVII y XVIII. Plenamente definida su vocación modernista, sus investigaciones sobre la historia social española de dicha época supusieron una inteligente asimilación de las aportaciones del hispanismo francés y anglosajón, y un sistemático estudio de las fuentes económicas y sociales, hasta entonces omitidas por otros historiadores. De esta manera, se convirtió en uno de los más reputados, insignes y originales estudiosos de la España moderna, junto con Ramón Carande, José Antonio Maravall y Manuel Fernández Álvarez. Su traslado a Granada, a finales de la década de 1940, coincidió con una etapa en la que afloraron los contactos con el Instituto Balmes de Sociología, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y dirigido por Carmelo Viñas. En este nuevo marco fructificaría la publicación de sus investigaciones sobre novedosas cuestiones como la limpieza de sangre, bajo el título Los conversos de origen judío después de la expulsión (1955), y de estudios de carácter general como La sociedad española del siglo XVIII (1956). Gracias a su actividad en el Archivo General de Simancas, donde consultó y analizó los fondos, hasta ese momento casi inexplorados, de los consejos y juntas de Hacienda, accedió a unas fuentes básicas para el estudio de la sociedad y la economía de la España moderna. Sus trabajos despertaron el interés del Instituto de Estudios Financieros, que le propondría realizar una investigación sobre la historia de la Hacienda española. Este amplísimo elenco de fuentes y la capacidad de síntesis del historiador afloraron en obras fundamentales de su producción bibliográfica, Política y hacienda de Felipe IV (1960), La sociedad española del siglo XVII (2 vols., 1964 y 1970), Crisis y decadencia de la España de los Austrias (1973), El Antiguo Régimen: los Reyes Católicos y los Austrias (1973) y Hechos y figuras del siglo XVIII español (1973). Su jubilación como docente no implicó el cese de su actividad investigadora y divulgadora. Así, a partir de ese momento estudió en el Archivo General de Indias aspectos como las consecuencias de los conflictos hispano-británicos en el comercio de Andalucía; escribió la introducción a uno de los volúmenes de la Historia de España de Menéndez Pidal; y publicó diversas obras, como Carlos III y la España de la Ilustración (1988). Miembro de la Real Academia de la Historia, recibió el reconocimiento de la comunidad académica española, que le concedió prestigiosos galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (1983), el Premio Menéndez Pidal de Investigación Histórica (1986) y el Premio Nacional de Historia (1998). Entre sus últimos trabajos cabe citar el titulado España, tres milenios de historia (2000). © M.E.

Textos:

España, tres milenios de historia (fragmento)

Galardones:

Príncipe de Asturias (1982)