Ignacio Carrión

España | 1938-2016

Narrador, ensayista y periodista español, nacido en San Sebastián. Impulsado desde muy temprana edad por una acusada vocación humanística, en su juventud se trasladó a la Ciudad del Turia para obtener el carnet de periodista en su Escuela Oficial; a partir de entonces, compaginó sus labores en los principales rotativos y revistas de toda España, que le llevaron, en calidad de corresponsal, a vivir durante varios años en diferentes ciudades del extranjero, con su dedicación a la creación literaria. Escritor de vocación relativamente tardía, no irrumpió en el panorama editorial español hasta mediados de los años setenta, cuando dio a la imprenta dos obras misceláneas tituladas Cartas a Dios (1976) y Cartas al Rey (1976). El resto de su producción impresa no adscrita a la ficción novelesca se compone de otros títulos como India, 14 (1977), Madrid, ombligo de España (1986) y De Moscú a Nueva York (1989), escrito en colaboración con el también periodista Alfredo González. Algunas de estas obras recogen sus ricas experiencias como corresponsal de prensa en diversas partes del mundo. En su faceta de narrador, el escritor y periodista guipuzcoano se dio conocer a comienzos de los años noventa por medio de la novela titulada El milagro (1990), ópera prima que reveló unas excelentes cualidades narrativas, muy pronto refrendadas por los relatos recogidos en el volumen Klaus ha vuelto (1992). Pero su definitivo reconocimiento como escritor le llegó, de la mano del prestigioso Premio Nadal de Novela, a mediados de dicha década, cuando resultó vencedor del mencionado certamen con su narración extensa titulada Cruzar el Danubio (1995). Un año después, Ignacio Carrión dio a la imprenta su tercera novela, publicada bajo el título de Desahucio (1996). En esta obra, como en el resto de los relatos breves y las narraciones extensas de su autor, se advierte el triunfo de un estilo literario emparentado con la escritura periodística y gobernado por algunos rasgos estilísticos tan característicos de ella como la claridad, la concisión, la sencillez lingüística, la precisión denotativa y el uso de oraciones breves y simples, ajenas a la complejidad de la subordinación. © J.R. Fernández de Cano

Textos:

Cruzar el Danubio (fragmento)

Galardones:

Nadal (1995)