Francisco Martínez de la Rosa

España | 1787-1862

Político y escritor español, presidente del gobierno (1822; 1834-1835). Nació en Granada, ciudad en la que se licenció en leyes y de cuya Universidad fue catedrático de Filosofía Moral con tan sólo 21 años. En 1810, ya iniciada la guerra de la Independencia, estrenó su obra teatral Lo que puede un empleo. En mayo de 1812 resultó elegido diputado a las Cortes de Cádiz, en las cuales participó en el sector de los liberales hasta su disolución en 1814. Ese mismo año, sufrió el destierro al peñón de Vélez de la Gomera (norte de África) tras la primera restauración absolutista de Fernando VII en el trono español. Liberado después del pronunciamiento que, en 1820, supuso el inicio del Trienio Liberal, fue nuevamente elegido diputado y, en febrero de 1822, nombrado presidente del gobierno. Cinco meses más tarde hubo de dimitir, debido a la radicalización política producida por el triunfo de la Milicia Nacional contra el intento de golpe contrarrevolucionario protagonizado por la Guardia Real, en julio de ese año, que llegó a secuestrar al gobierno de Martínez de la Rosa en el propio palacio real de Madrid. Durante el Trienio Liberal, asimismo, prosiguió su producción teatral. La segunda restauración del absolutismo en la persona del rey Fernando VII le llevó al exilio, en 1823. Pasó a residir en París, donde continuó su actividad literaria, a la que se sumó la crítica literaria. De aquellos años es su obra de teatro La conjuración de Venecia. En 1831, pudo regresar a España, se estableció en Madrid y publicó dos años más tarde sus Poesías. En enero de 1834, la regente María Cristina de Borbón le nombró presidente del gobierno para sustituir a Francisco Cea Bermúdez y asegurar el apoyo de los liberales a su hija Isabel II, toda vez que un año antes había dado comienzo la primera Guerra Carlista. Desde su cargo, elaboró el Estatuto Real (sancionado por la regente en abril de 1834), inspirado en la Carta Otorgada del rey francés Luis XVIII (1814), con el cual se establecía un sistema político moderado que reservaba a la Corona toda iniciativa legal, reducía la libertad de prensa y asociación, e introducía el sufragio restringido. Este moderantismo fue contestado por sectores más liberales, que provocaron su dimisión en junio de 1835. Desde entonces, pasó a intervenir en política siempre dentro del Partido Moderado que él mismo había pergeñado en 1834. Así, el 21 de agosto de 1844 fue nombrado ministro de Estado (responsable de las relaciones internacionales) por el presidente del gobierno Ramón María Narváez. Tras la sustitución de ese gabinete en febrero de 1846, volvió a ejercer ese cargo brevemente desde septiembre de 1857 hasta 1858 en otro gobierno moderado, después de haber sido embajador en Roma y París. En 1858, se le nombró presidente del Consejo de Estado y resultó elegido en tres ocasiones presidente del Congreso de los Diputados (1852, 1857 y 1860). Falleció en 1862, en Madrid. Entre sus numerosas obras de teatro no mencionadas destaca el drama histórico La viuda de Padilla (1814), y entre sus varias novelas cabe mencionar Doña Isabel de Solís (1837). Escribió a su vez dos textos políticos: El espíritu del siglo (1835) y Bosquejo de la política de España (1855). En 1839, fue elegido director de la Real Academia Española. © M.E.

Textos:

El huérfano
La soledad